viernes, 4 de julio de 2008

Maravillas de la miniaturización

Ya te he hablado de lo pequeño que somos y lo poco que pesamos. Estamos entre los más pequeños de los animales de sangre caliente y que tienen columna vertebral. Verás en la foto a un colibrí garganta rayada (Stellula calliope) y te explicaré un poco más acerca de las características de nuestros cuerpos, adaptaciones para la vida que llevamos que es de un alto consumo de energía.

Comenzaremos de izquierda a derecha y por la parte superior de la foto para al llegar al extremo derecho, ir por la parte inferior de la foto hacia la izquierda:

- Las alas son capaces de ejecutar tanto aleteos hacia adelante o hacia detrás, permitiendo que podamos mantenernos inmóviles en el aire, que nos movamos en cualquier dirección.

- Nuestros ojos ven los colores incluso en el rango de la luz ultravioleta y percibimos la profundidad al ver, lo cual necesitamos para movernos rápida y de forma precisa a través del espacio tridimensional.

- Tenemos un cerebro relativamente grande que está densamente "relleno" de células nerviosas y tiene grandes áreas dedicadas al aprendizaje y a la memoria.

- Nuestros picos largos llegan bien adentro de las flores buscando el néctar y trabajan también como si fueran unas pinzas finas para atrapar insectos pequeñísimos de las hojas.


- La lengua está bifurcada y tiene una ranura, pudiendo extenderse para de forma rápida obtener el néctar de las flores.
- Los machos de muchísimas especies utilizan la garganta iridiscente como una señal en el cortejo y también en disputas territoriales contra otros machos.

- El corazón es más grande en proporción con el tamaño del cuerpo que en cualquier otro animal de sangre caliente y puede bombear el oxígeno a los músculos que usamos durante el vuelo a más de 1000 latidos por minuto.

- Las pequeñas patas las usamos para posarnos, para acicalar las plumas que están lejos del pico y como armas en combates por el territorio.

- Nuestras colas actúan como un freno para paradas rápidas en el aire y se abre como abanico en los cortejos y luchas territoriales.

- Los músculos que usamos durante el vuelo representan del 25 al 30% de todo nuestro peso, comparado con el 15-25% en otras aves de vuelo fuerte.

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