La mayoría de los zunzunes son territoriales e incluso persiguen a otras aves hasta sacarlas de lo que consideran su territorio y que es el área donde se alimentan. La hembra entonces visita el territorio del macho y en ese momento éste realiza lo que se conoce como cortejo para tratar de convencer a la hembra que es el mejor macho que hay por todo ese lugar. Si a ella le gusta ese cortejo, pues se unirá a él; si no, va a otro territorio hasta que encuentra al zunzún macho que hace el cortejo que la convence.
Y ¿saben una cosa? La hembra lo hace TODO: construye el nido, incuba los huevos, cuida de los pequeñuelos, los alimenta, mientras el zunzún macho se une a todas las demás hembras que pueda atraer a su territorio. Así que no podemos decir que somos aves románticas, como lo son otras, que se unen de por vida y se ayudan mutuamente.


Las hembras ponen 1 o 2 huevos y los incuban ellas mismas, sentándose encima de éstos para mantenerlos calienticos. Los pequeñuelos salen del cascarón entre 2 y 3 semanas y dejan el nido unas 3 semanas más tarde.
Los huevos son pequeños y claro está que el tamaño de éstos también depende del tamaño del zunzún de que se trate. Los huevos de nosotros, los zunzuncitos, son los más pequeños del planeta y te diré, como dato curioso, que en un huevo de avestruz (el huevo más grande de todos los animales) caben 4,700 huevos de zunzuncitos. En la ilustración puedes ver en comparación un huevo de avestruz y un huevo de un zunzún.

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