Al que los cubanos llaman zunzún, zumbador o picaflor, los científicos le pusieron el nombre de Chlorostilbon ricordii y además de en Cuba, también vive en Bahamas. Al igual que a mí me describió Juan Lembeye, a este zunzún lo describió el zoólogo francés Francois Louis Paul Gervais (1816-1879) en el año 1835. Es bastante común, incluso en patios dentro de ciudades.
Llega a medir unos 10 centímetros y lo caracteriza su color verde metálico, el color blanco grisáceo por debajo y su peculiar pico negro y largo. Precisamente debido a ese color verde metálico, en inglés tiene el nombre común de Cuban Emerald, o sea, "esmeralda cubana".
Por otra parte, el que los cubanos conocen como colibrí, tiene el nombre científico de Archilochus colubris y en realidad es un residente solamente invernal en nuestro archipiélago, más bien raro, o sea, no muy común, ya que es un ave migratoria. La describió el naturalista francés Jules Bourcier (1797-1873), experto en zunzunes. Esta especie llega a medir 9.5 centímetros de largo, de 8 a 11 centímetros de una punta del ala a la otra y pesa de 2 a 6 gramos (el macho es menor que la hembra). Se parece mucho al anterior por el color verde metálico, pero tiene la garganta roja, de ahí que en inglés su nombre común sea Ruby-throated Hummingbird, o sea, "colibrí garganta rubí".
En el invierno esta pequeña ave migra, y para ello vuela cientos de kilómetros desde Norteamérica y en su ruta hacia el sur, puede verse en ocasiones en algunos lugares de Cuba.
Otros datos interesantes son que:
- En vuelo normal alcanza una velocidad de 48 kilómetros por hora
- Su ritmo de respiración es de 250 por minuto
- El corazón late en reposo a 250 latidos por minuto, pero cuando se está alimentando, a 1,200 latidos por minuto
- Las alas las bate a 40-80 veces por segundo
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